13 de Octubre 2013

Crónica por :Xabier Egozkue.

 

Acudimos a la cita de rigor Inés, Azcona el mediano, Iñaki y el de Isaba. Unos con bien de ropa y otros de corto. Salimos dirección a Sesma y los frioleros ponen un ritmo como para entrar en calor y como siempre que empezamos en esa dirección empiezo a notar el regusto de las madalenas y el colacao en la garganta. De que me empieza a sobrar la poca ropa que llevo ni hablamos.

Justo en el alto, nos pasa un camión que nos hace frenar en la primera curva, así que nos ponemos a rueda y hasta que se aburre de nosotros.

Vamos en amor y compañía hasta Allo, pero a lo lejos divisamos un ciclista. Ya se podía haber quedado en casa. Así que se suceden los ladridos, bufidos y tirones cuesta arriba y menos mal que en las cuesta abajo seguimos igual, hasta que lo cazamos un poco antes de Estella, donde se queda al ver a otro ciclista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Charleta y recuperación camino de Acedo, pero debe ser que me había quedado tocado por el calentón porque me pidieron que hiciera la crónica y dije que sí. Toda la sangre en las patas y ni un poco en el cerebro…

 

 

 

 

 

 

 

 

Poco antes de Acedo alcanzamos a Pechu y disfrutamos en el camping del platanito, cocacolas, cafeses y un colacao, pero sin madalena. Foto de rigor y para Los Arcos.

Empezamos a montarnos en la bici, ¿y quién aparece? El ciclista que desató las hostialidades en Allo con un amiguete… Consecuencia, otra vez el plátano en la garganta y caña hasta Los Arcos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con las patas bien duras cogemos la carretera de los toboganes y salvo algún repecho que se hace duro llegamos a Torres y de ahí a Lodosa soltando patas y en animada conversación.

En definitiva, otro día de ciclismo en muy buena compañía aunque un poco escasa…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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