15-01-2017

Crónica por : Diego

09:00 A.M. punto de ubicación: supermercado día. Hasta ahí nada nuevo; pero…¿qué sucede?, por increíble que parezca no iniciamos la salida del día, estamos esperando, algo nuevo para mí que ya he sufrido los calentones mañaneros muchas veces por llegar impuntual. 09:06 y seguimos esperando. Decidimos arrancar y que nos cojan. Llegamos a la rotonda del cementerio y decidimos por segunda vez en el día innovar. Esta innovación consiste en cambiar la ruta (vuelta a Arróniz) e ir hacia Arnedo ya que por esa zona es visible una mejora del tiempo, vamos que no hay nubarrones, por el momento.

Al llegar a los 4 semáforos se nos unen los 2 cicloturistas que habíamos esperado. Estos son: El Presi y Jose Antonio Azcona. Que unidos a Iñaki, Juan Antonio, Azcona alcalde, los hermanos Marzo y yo hacemos un total de 8 ciclistas, cicloturistas, valientes, atontados o cual adjetivo queráis utilizar.

El Presi ha venido con ganas de gruñir y así se pega toda la mañana, aunque con un toque de cariño. Le tenemos que dar las gracias porque llegó 10 minutos tarde y gracias a ello nos habíamos librado del chaparrón reciente que se intuía en la carretera mojada a su paso por Tudelilla rumbo a Arnedo. Aun así no nos libramos de mojarnos porque la rueda trasera de J.A. Azcona despide tanta agua que acabamos todos embadurnados de barro.
Al llegar a Arnedo decidimos ir a Arnedillo y en este tramo nos topamos con la dificultad del día llamado viento en contra y que no es bienvenido por ninguno de nosotros.

En Arnedillo parada al café. Encontramos almorzando dentro del bar a cicloturistas de San Adrián llegados con sus Mountains Bikes.
Tomamos un café y vuelta a casa. Vamos rápido viento a favor hasta Arnedo. El “gruñón” del Presi que no aprecia el sabor de un buen café (y más calentito con lo fresquito que estaba el día) al parar con la bici ha debido volar también, ya que no lo cogemos y nos está esperando en el alto de Arnedo.

De Arnedo hasta El Villar a relevos, yo he perdido mucha técnica y sumado al aire que me zarandeaba he de reconocer que no me he sentido muy cómodo del todo.
El alto de El Villar es para el alcalde que como durante toda la mañana sigue demostrando su buen estado de forma.
Por último paz y tranquilidad hasta llegar a Lodosa(yo, y que no suene egocéntrico pero es que soy yo el que escribe la crónica, me quedo un poco atrás ya que mi corto estado de forma hacen que las piernas me ardan y me duelan mucho). En el Bar Lodosa pincho y cerveza de rigor con sus risas, sus contemplaciones, quejas, opiniones, etc…
en resumen: Buena mañana con la bicicleta y compañeros de tu misma pasión.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *