11-02-2018

crónica por: Diego Alberto

Dan las 9:30 de la mañana y la gente va con prisa; parece ser que no van a llegar al toro con soga. La primera hora sacamos una media de 37 km/h sin contar a varios que se nos han ido por delante y no los vemos hasta que paramos en el Cámping de Las Bardenas para echar un café. Que si unos venían de Azagra, otros de San Adrián, otros de Andosilla y alguno de Sesma, alegan que ya tenían las piernas calentadas y se podían permitir el capricho del calentón. Bien, yo, aunque a menos velocidad, también me he pegado el calentón, me duelen las patas mucho más y también he calentado sacando de 8 a 9 a Eguzki (Eguzki es mi animal de compañía catalogado como especie en el mundo animal de perro). Pero bueno, aunque no comparto ese afán con salida Cicloturista, en el fondo me dan envidia de cómo andan y si yo pudiera… los machacaría siempre que pudiese
Tomamos el café y arreamos. Toca la mejor parte. La de volver a casa con viento en contra. Somos 21 ciclistas; así que no habría problema de repartirnos las fuerzas a relevos y luchar contra Eolo de una manera más inteligente. Pero no; aquí el que no es egoísta es vago y el que no es valiente es más tímido y reservón; por no hablar de los que van más finos y los que vamos mendigando (todo esto lo he puesto por rellenar crónica; no por meterme con nadie). No llegando a un acuerdo, llegamos al alto de Peñalén; no sin antes haber intentado (yo en persona) que me siguieran el juego y haberlos dejado tostaditos para el comienzo de la subida.
Yo pego un arreón desde abajo hasta el cruce a la izquierda. Me cogen y al poco vuelvo a arrear. Muy reservones a ritmo (rapidillo ) los 5 o 6 de cabeza, me cogen y me descuelgo viendo el vía crucis de ciclistas que van subiendo como pueden o quieren. Me engancho con los últimos y disfruto de la subida. En lo alto llevo una media de 33 km/h; para no haber tocado la bici en 15 días y llevar en 4 meses sólo 800 kms, no está mal. Eso sí el 19 de febrero tengo cardiólogo y seguro que en las pruebas me preguntará : “¿Tú sales con los de Lodosa verdad? jajaja”
Nos reagrupamos yendo a Azagra hasta que Inés pierde un guante, me quedo con ella a recogerlo, como íbamos a 180 pulsaciones por minuto, no me da la voz para dar el aviso y así al encontrar el guante decidimos los 2 bajar el pistón. En Azagra nos espera Iñaki y al ratillo Alberto y Jesús. Ya en Andosilla aparece Juato y tipi tapa luchando contra el viento llegamos a Lodosa (por mi parte sin fuerzas, con dolores, y un montón de calificativos negativos) al son del himno eclesiástico “Aleluya”.
100 kms. Velocidad Media: 30 km/h.